Mientras estudiaba en la universidad, tuve la posibilidad de tener acceso al
más diverso material sobre economías, mercados, estudios de mercado, etc.
Cuando analizamos el tema mercado, no hay que tener un MBA para entender,
dentro del ámbito que desees ejecutar la idea, cómo la deberás conformar.
Existe la corriente clásica de elaboración de producto para un mercado y
existe la corriente arriesgada de hacer tu propio mercado.
En la primera, la columna vertebral está establecida por un sin fin de
ecuaciones que analizan qué es lo que se consume y de qué manera hay que
desarrollar lo que queremos ofrecer, ya sean productos y/ o servicios. En la
segunda, lo que nos guía es la creatividad.
Para desarrollar tu propio mercado debes tener bien en claro lo siguiente:
si, en el camino perderás algo.
Hago una pausa aquí, cuando hablamos de perder, utilizo esa palabra para que
se entienda como algo que dejamos. Ese algo que dejamos, tenemos que verlo como
una inversión en nuestro propio proyecto. Dejamos tiempo, dinero, personas,
afectos, ideas y nos reinventamos constantemente.
Para desarrollar tu propio mercado, en la era que vivimos, hay que entender
que el mismo no se reduce a la cantidad de población que habita en mi edificio;
en mi barrio; en mi ciudad; en mi departamento; en mí país. El mercado cautivo
es un mercado mundial que se renueva constantemente.
Un ejemplo constante y resonante es el de los artistas musicales. Hoy en día,
existe cierto protocolo implícito que guía de qué manera un artista debe
presentarse al mundo. Primero que nada planificamos las estrategias y a qué público
irán dirigidas esas estrategias para después lograr desarrollar el producto.
Lo que es importante de visualizar cuando estamos inmersos en el desarrollo
es que el dinamismo, a diferencia de lo que pasaba hace 10, 15, 20, 30 años atrás
o más, el dinamismo es minuto a minuto y nos lleva en líneas generales a estar
replanteando nuestra estrategia constantemente. Son pocos los que se mantienen
fieles a sí mismo por siempre y lograr subsistir, ahí entra el producto
desarrollado para nuestro propio mercado concluyendo que las personas se
acoplan y consumen nuestro mercado, no nosotros realizando un producto para el
mercado del otro.
Nos sumergimos constantemente en la recepción de críticas y consejos que nos
direccionan a establecernos dentro del patrón común de actividades o acciones
de todos los que nos rodean. Nos ejemplifican acciones de otros desterrando uno
de los elementos más importantes que tiene el ser humano como lo es la
creación.
Desarrollar tu propio mercado responde a una labor más rebuscada, más
desarrollada, más analizada o más probada. Te guiará sobre el camino del ensayo
y error, él cuál es fundamental para considerar por cuál camino debemos avanzar
para destacarse con un producto genuino en un mercado desarrollado por nosotros
mismos. La clave es llegar al punto de generación de necesidad de consumo de lo
que acabamos de desarrollar.
No será un camino fácil ni estrecho y mucho menos ágil pero generará una
marca en la sociedad.
K
